Todo buen producto necesita diferenciarse en el mercado para obtener clientes y retenerlos a largo plazo.
Esta diferenciación puede ser de precio, de servicio al cliente, de apariencia, de rendimiento o de alguna característica.
Por ejemplo, Bodega Aurrera se distingue por ofrecer los precios más bajos. Apple, por tecnología de calidad, aunque el precio se eleve.
Son ejemplos de diferentes nichos de mercado, y por eso funcionan. La diferenciación también depende de tus clientes.
El precio no es un problema en sí mismo si te pones a pensar cada cuánto compras despensa y cada cuánto un celular.
Para diferenciar un producto, antes de pensar en la inversión y el beneficio, está en reflexionar cómo lo mirará tu cliente.
Si a tus clientes les encanta un producto, aunque tengas que invertir más en el diseño o en una característica, valdrá la pena por el volumen de ventas.
Para el caso de un servicio de precio elevado, como consultoría, reparación de autos, servicios médicos, lo que puedes hacer es ofrecer una mejor experiencia de usuario o mejor servicio al cliente.
Los clientes felices pueden dejarte reseñas y está genial qué hablen de lo bien que fueron atendidos.
Diferenciación De Producto O Diferenciación De Marca
Imagina una botella de refresco negro con etiqueta roja, ¿fácil, verdad? Se habla de diferenciación de marca cuando no necesitas ver el nombre para reconocerla.
Siguiendo el mismo ejemplo, la diferenciación de Coca-Cola radica no solo en el producto, también se enfocaron mucho en la publicidad.
Por el tema navideño, se les ocurrió poner un Santa Claus tomando Coca-Cola y con el paso del tiempo se dieron cuenta de que esta publicidad también los podía diferenciar de su competencia.
Esto nos enseña que está perfecto usar distintas estrategias para diferenciarte.
Siempre y cuando tengas claro a quién le vendes y cuál es tu propuesta de valor frente a la competencia, el Cielo es el límite.